El Delegado de Protección vela por el desarrollo de una cultura protectora de la infancia y adolescencia, en conformidad con la Política de Protección Marista contra el maltrato y abuso, desde un enfoque de derechos humanos. Para ello desempeña sus funciones y moviliza los recursos asociados a su cargo.
Funciones Generales
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En cuanto a prevención y formación.
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Generar y coordinar iniciativas que aseguren el desarrollo de los sistemas y procesos de protección, contenidos en la Política de Protección Infantil de la Congregación y que promuevan en todos los miembros de la comunidad escolar el desarrollo progresivo de una fuerte cultura de protección infantil.
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Implementar programas de prevención en la comunidad, identificando factores protectores y factores de riesgo.
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Desarrollar material de sensibilización, prevención y denuncia para capacitar a los diversos estamentos de la comunidad escolar.
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Evaluar periódicamente la Política y el protocolo interno, en cuanto al cumplimiento de las medidas para la protección de los niños, niñas y adolescentes.
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Detección, intervención temprana y reparación.
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Generar redes que puedan brindar cooperación tanto en acciones de prevención como en acciones de restitución de derechos.
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Recibir información acerca de incidentes de vulneración infantil, brindando adecuadamente orientaciones y facilitando la comprensión y aplicación de los protocolos por parte de la dirección del colegio y los diversos miembros de la comunidad escolar.
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En el caso de recibir alguna denuncia o sospecha de abuso, deberá notificar al Director/a de Sección y si es constitutiva de delito, también al Rector/a del colegio.
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Cooperar en los procesos de investigación y sanción de tipo penal, en aquellos casos que así corresponda.
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Proporcionar el apoyo que requiera el niño, niña o adolescente afectado, realizando un abordaje respetuoso de los niños y niñas involucrados. (Negligencia, abandono, abusos, violencia…)
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Ordenar reportes, referencias e información y almacenar los documentos de manera segura y confidencial.
Funciones Específicas.
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Supervisar el cumplimiento de la Política, como su evaluación y la posterior implementación de las modificaciones que sean necesarias.
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Buscar formas cercanas y efectivas de poner en conocimiento de toda la comunidad educativa la Política de Protección.
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Procurar en toda la comunidad educativa la formación y trabajo para un buen trato hacia la infancia y a todo integrante de la comunidad.
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Trabajar por una cultura de prevención del abuso y maltrato, de acuerdo a los lineamientos sectoriales y ministeriales.
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Promover la formación de su equipo y de los integrantes de la comunidad en la detección de posibles situaciones de abuso o maltrato, denuncias, y reparación, de acuerdo a los protocolos colegiales.
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Velar por la protección y reparación de las víctimas.